Tu jefe te llama a su oficina para darte dos partes de una gran noticia. En primer lugar, que has sido ascendido (¡hurra!), segundo, que vas a coger su responsabilidad de hablar en una conferencia sobre tu industria en seis semanas. Al caminar de regreso a tu escritorio, tus palmas empiezan a sudar y tu corazón comienza a correr. ¿De qué vas a hablar? ¿Cómo vas a dar la mejor presentación posible?
Aquí, te ofrecemos un par de cosas a evitar al dar esa próxima gran presentación, junto con algunos consejos sobre lo que debes hacer en su lugar.
1. Hablando como el señor Micro Machine
Aquellos de vosotros que crecisteis en los años 80 recordareis el llamado «Hombre Micro Machine» que hablaba a la velocidad de la luz en sus anuncios, esa publicidad de coches de juguete diminutos. Recuérdalo aquí. Si bien esto puede haber sido divertido de imitar cuando eras joven, hablar a un ritmo tan rápido no es algo que debas hacer en una presentación profesional.
En lugar de ello, ralentiza tu discurso (si parece que es demasiado lento, es probable que estés hablando a la velocidad correcta), asegúrate de hacer pausas a menudo, evita repetirte a ti mismo, y trata de no usar rellenos como «umm» y «tan». Si hablas con confianza, tu público tendrá mucho más fácil tener tiempo para prestarte atención y tomarte en serio.
2. «Sólo improvisando«
Todos hemos estado en una conferencia donde el presentador se pone de pie en frente de la multitud y se atraganta, para ellos es una experiencia dolorosa y para nosotros también lo es, verla. Si el orador olvida lo que sigue en su argumento o cae abatido por un percance de la tecnología, la opción buena es pensar que no ha ensayado lo suficiente.
Los mejores discursos son los que se han practicado religiosamente. Irónicamente, la preparación rigurosa ayuda a lidiar con lo inesperado cuando se está presentando. Cuando no tienes que preocuparte de lo que vas a decir a continuación, eres mucho más capaz de lidiar con lo que te sucede en el escenario, por ejemplo, si tu clicker deja de funcionar o la primera fila empieza a caer dormida. Así que, NO a tirar tu discurso, practica frente al espejo, delante de tus amigos, prueba incluso a grabarte a ti mismo y ver dónde se puede mejorar. Echa un vistazo a esta entrada del blog para conocer más consejos sobre cómo ensayar tus presentaciones. Cuanto más practiques, mejor será tu presentación.
3. No moverse
La falta de movimiento puede causar que a tu audiencia le empiece a entrar sueño y se salga fuera. En su lugar, utiliza tu cuerpo (y tu voz) de una manera dinámica. No seas una estatua y sal de detrás del atril. Camina entre los miembros de tu audiencia. Participa y haz preguntas a las personas que están escuchando tu discurso.
Cuanta más energía muestras fuera en el escenario, con más energía se sentirá tu público. Si no quieres que se duerman en sus asientos, sube el volumen y agiliza el lenguaje corporal.
4. Lectura literal
Todos nos hemos sentado en reuniones en las que nos sentíamos más en una sesión de lectura de un libro que en una presentación. Y todos sabemos que no hay manera más rápida de echar a una audiencia a dormir que leyendo directamente las notas o los puntos de una presentación. Como el famoso experto en visualización Edward Tufte, dijo: «La única cosa peor que la lectura de una lista de puntos es cuando el presentador combina eso, con la temida y lenta revelación de cada viñeta»
Las fichas que tienes en las manos y los gráficos en lo que se proyectan los gastos generales deben contener sólo unas cuantas pistas de lo que vas a hablar a continuación, y no la totalidad de tu discurso, palabra por palabra. Cuando usas tus notas como puntos de la conversación en lugar de como un guion, automáticamente suenas más familiar y tus notas son mucho más fáciles de escuchar. ¿Preocupado por no recordar qué decir a continuación? ¿Por volver a meter la pata? # 2: aquí es donde la práctica entra en juego.
5. No ser sincero
Una audiencia puede ver fácilmente a través de la fachada de un presentador no auténtico. Sé veraz al contarles historias personales para atraerlos a tu presentación. Mantén contacto visual y sonríe de forma auténtica y genuina. Contra más real seas en el escenario, más atractivo le resultarás a tu audiencia.