Artículo original publicado en la web The Muse por
Como software de presentaciones, PowerPoint ha sido durante mucho tiempo y de forma omnipresente la elección de los presentadores, pero existen otras buenas opciones, dependiendo de lo que quieras comunicar y cómo estés organizándolo todo. Por ejemplo, Google Drive Slides es bueno si necesitas colaborar con otros en la elaboración del contenido, ya que todos los cambios se actualizan y se almacenan en la nube para que todos tengan acceso en tiempo real a la última versión. Los usuarios de Apple sin duda deberían considerar iCloud Keynote, que también es bueno para colaborar, pero que además cuenta con una interfaz de usuario muy intuitiva con un look de aspecto sofisticado.
Pero si quieres hacer algo fresco, vale la pena echarle un vistazo a Prezi. Esta es una herramienta que utiliza un movimiento que te permite acercarte y alejarte del contenido, el zoom, y además todo ese contenido está conectado visualmente en una trayectoria que muestra cómo se relacionan las ideas. El software está en la nube, por eso también hace que la integración de vídeos de YouTube sea muy simple, una ventaja agradable para cualquier persona el poder usar el vídeo procedente de la plataforma de Google.
Independientemente del software que utilices, el blog de Prezi tanto en español como en inglés ofrece una gran cantidad de consejos sobre cómo dar una presentación a la audiencia que mantenga la atención y el recuerdo de tu mensaje. Son ya más de 50 millones de usuarios con los que cuenta Prezi en los seis años que la compañía lleva en funcionamiento. Aquí te dejamos con 10 imprescindibles consejos de Prezi.
1. Investiga a tu público
Si quieres influir en estas personas, lo que necesitas saber es lo que les importa y lo que les motiva.
2. Incluir opiniones diferentes
Identifica las formas en que tu audiencia puede desafiar tus ideas y reconocerla en tu charla. Descartar opiniones disidentes no hará que desaparezcan.
3. Comienza con una buena historia
Los oradores TED utilizan esta táctica todo el tiempo. Tu historia de apertura debe ser una con la que todos en la sala puedan identificarse o relacionarse.
4. Reiterar tu mensaje principal tres veces
Los profesionales de la comunicación lo exponen de la siguiente manera, «Diles lo que vayas a decirles. Díselo. Y entonces diles lo que ya les dijiste». En otras palabras, haz una introducción de los puntos que se van a tratar, luego pasa al contenido, la sustancia de tu presentación. Concluye recordando a la audiencia tus puntos principales.
5. Practica como un loco
Cuando sabes lo que vas a decir tanto si vas hacia adelante como hacia atrás, no tienes que preocuparte de buscar a tientas tus palabras o de perder el tren de tu pensamiento. Decir tu charla en voz alta muchas veces por adelantado también ayuda a corregir la palabrería difícil, incómoda o poco manejable. Tu audiencia apreciará un enfoque sin divagaciones.
6. Memoriza
Si alguna vez has visto a algún presentador o a alguien echando un vistazo a las notas, ya sabes que no sólo está distrayendo a la audiencia, sino que también transmite que es orador que puede carecer de confianza. No memorices cada palabra, sólo los puntos clave de tu charla y los ejemplos que utilizarás para respaldarlos. Echa un vistazo en el blog de Prezi sobre cómo puedes memorizar cualquier presentación en 60 minutos o menos.
7. Mantén contacto visual
No se puede convencer a alguien si no estás buscándole a él o a ella con la mirada. Sólo asegúrate de escanear la habitación sin mirar fijamente a ningún individuo durante mucho tiempo.
8. Utiliza una buena historia de cierre
Debe ser una que se relacione directamente con tu mensaje y te permite reiterar tus puntos principales. Menos es más cuando se trata de cerrar, así que haz tu historia resumida y sucinta mientras que sea auténtica. En esencia, tu historia de cierre debería estar cerca de tu corazón mientras resume tu mensaje.
9. Evita las listas de puntos o bullet points
Son aburridas. En su lugar, utiliza una imagen convincente con un texto no más largo que un tweet.
10. Usa grandes gestos
Mantener los brazos cerca de tu cuerpo no sólo se ve un poco antinatural, sino también te hace parecer nervioso. Estás contando historias, así que actúa como si ordenaras el espacio en el que habitas en frente de la sala.