Los mejores presentadores no son presentadores en absoluto; son contadores de historias. Son esas personas que captan tu atención tan pronto dicen su primera frase y la mantienen durante la totalidad del tiempo que pasan sobre el escenario. Estas son las personas con las que sientes una conexión después de escuchar su historia, son las personas a las que uno se siente obligado a acercarse para trabajar con ellas en el futuro.
¿Cómo puedes ser tú una de esas personas? Aquí, desglosamos algunas maneras de crear una historia de gran alcance para tu próxima presentación.
Hazlo real
Las historias genuinas personales que revelan la vulnerabilidad de la persona son las que tienen más agarre, más enganche. Piensa en los puntos que deseas desarrollar en tu discurso y cómo se relacionan con una experiencia que hayas tenido. Es muy probable que tu público haya tenido la misma experiencia y por tanto, sea capaz de relacionarse contigo.
Trata de no preocuparte por revelar demasiado sobre ti mismo. Cuanto más real seas, más potente será tu historia. Tu audiencia se verá a sí misma reflejada en ti y se comprometerá aun más.
Comienza con el objetivo
Diseña tus primeras frases para enganchar de inmediato a los miembros del público. Cuéntales el hecho impactante que ellos lograran aprender al final de la historia y luego entra en el detalle cronológico.
¿No estás seguro de cómo empezar? Prueba el truco del periodismo de pensar en lo que gritarías desde fuera de un tren en movimiento si fuera la única oportunidad que tuvieras de transmitir tu mensaje. ¿Qué dirías para comunicar tus puntos más importantes? Anota algunas opciones para ayudar a contextualizar el comienzo de tu historia y sigue desde ahí.
Concéntrate en uno o dos puntos
Todos hemos estado en cenas donde una persona domina la conversación del grupo con una serie de historias inconexas, dispersas e interminables. No te conviertas en ese tipo. Piensa con antelación uno o dos puntos que deseas transmitir y no te desvíes. Puede ser tentador salirte por la tangente, especialmente si te sientes cómodo con la audiencia, pero los perderás si le dedicas demasiado tiempo a un tema no importante. Mantén tu historia ajustada y practica antes de subir al escenario.
Intercala humor
La simpatía es increíblemente importante a la hora de contar una historia. Incrementa el encanto que el público percibe de ti incluyendo algunos comentarios jocosos, alegres o chistes. Especialmente si estás discutiendo un tema serio, tu esfuerzo ayudará a aliviar la tensión en la sala.