Si eres un profesional de recursos humanos a cargo de la comunicación interna de tu empresa o eres un manager con la responsabilidad de mantener a tu equipo actualizado con las últimas noticias de la compañía, habrá momentos en tu carrera laboral en los que tendrás que dar también malas noticias. Por el contrario, también habrá momentos en los que tengas la satisfacción de hacer anuncios que tengan el potencial de generar un gran entusiasmo en tu audiencia.
Cuando estás haciendo una presentación con un contenido, llamémoslo, comprometido, es necesario entrar en ella con un plan de juego; de lo contrario, alguien podría intentar matar al mensajero. ¿Cuál es la mejor manera de comunicar una información tan controvertida?
Para averiguarlo, nos sentamos con Marlene Chism, consultora especializada en temas laborales y de liderazgo, así como autora del libro No-Drama Leadership: Cómo los líderes más visionarios transforman la cultura en el lugar de trabajo, cuyo lanzamiento está programado para principios de mayo.
Empecemos con las buenas noticias
El departamento de finanzas te dijo que todos en la empresa recibirán su bono anual. Si bien esta es una excelente noticia, ten cuidado con la manera de informar de ella a tu personal.
«Explica que el bono se entregará este año, pero que esto no garantiza que se pueda dar en años posteriores», dice Chism, «y que tú vas a mantenerles informados de cómo va todo en los próximos tres a seis meses»
Otra regla: Al presentar las buenas noticias, explica también que fue gracias a ellos que lograron alcanzar los objetivos y por tanto son dignos de recibir elogios por alcanzar ciertas metas. Presenta las buenas noticias al mismo tiempo que reconoces el duro trabajo.
¿Qué hay de lo malo?
Cuando se trata de dar una mala noticia, compártela lo más rápido que puedas y procura ser transparente.
«Para dar las peores noticias, asegúrate de hacerlo en persona. No lo hagas por correo electrónico porque los cotilleos y la confusión pueden ocurrir con frecuencia», dice Marlene Chism. «Si perteneces a una compañía global, hazlo a través de videoconferencia y ofrece la posibilidad a los empleados de hacer preguntas».
A partir de ahí, explica que vas a mantener al equipo informado de manera oportuna y regular sobre todas las novedades relacionadas con el anuncio que acabas de dar. Chism recomienda lo que ella llama «acortar la brecha» entre no saber y conocer.
Por ejemplo, si tu empresa acaba de ser comprada y los empleados han expresado su preocupación por la seguridad de sus puestos de trabajo, diles que les enviarás una actualización en dos semanas con la información más reciente que tengas. Ese pequeño «corte» de información les ayudará a tener algo en lo que concentrarse y calmar la ansiedad.
Al dar la noticia, pide la opinión y los comentarios de todos, no sólo de los líderes de la compañía.
«Muchas veces, los altos directivos se piensan que ellos son los únicos que pueden solucionar un gran problema, pero, en realidad, se sorprenderían con las ideas que pueden venir de estamentos más bajos de la compañía», dice ella. «Permite a todos ofrecer asesoramiento. De esa manera, las malas noticias pueden no ser tomadas de una forma tan exagerada”.