Piensa de nuevo en la última, realmente, gran presentación a la que asististe. ¿Qué era tan increíble en ella? ¿Fue el presentador vivo y animado? ¿Fue la información, adecuada, excelente y sin imperfecciones? ¿Contaron historias entretenidas para mantenerte comprometido y enganchado?
Las dos primeras de estas tres técnicas son fáciles, ellas son, en cierto sentido, los componentes básicos para dar una buena presentación. Pero si quieres dar una gran presentación, de esas, en las que la gente sigue pensando y hablando sobre ella mucho tiempo después de haberla protagonizado, necesitas tomar ventaja de una de las herramientas más importantes en la caja de herramientas de un orador público: la narración.
Las historias son una de las primeras formas en que nos relacionamos con el mundo, cómo cuando nuestros padres y maestros nos cuentan cuentos de hadas y mitos como una manera de enseñarnos las lecciones más básicas. Las historias aportan ideas complejas a la vida, aumentan nuestra empatía y ayudan a entender la perspectiva del narrador con mayor claridad. En otras palabras, son perfectas para convencer al público a tomar medidas y pasar a la acción.
Por lo tanto, si deseas que tu siguiente lanzamiento de ventas o tu próxima charla motivadora sea más persuasiva, necesitas contar historias para enlazarlas con tu mensaje principal. Fácil, ¿no? A pesar de que parece simple en el papel, encontrar las historias correctas, las que impulsan a tu público a actuar, puede ser complicado. Decenas de historias pueden arremolinarse en tu cabeza, pero ¿cuál de ellas deberías elegir para transmitirla?
Para ayudar a restringir la historia adecuada para tu discurso, reclutamos la ayuda de Lisa Braithwaite, MA, preparadora de oradores, experta en hablar en público y autora del e-book gratuito “Presente sus mejores: 11 Estrategias para la Ampliación de su confianza …tanto en el escenario como fuera”.
¿Qué importancia tienen las historias para un discurso?
Ellas son fundamentales, contar una historia no es una actividad suave y placida o de relleno. Las historias son lo que la mayoría de nosotros aprendimos sobre el mundo desde la época éramos bebés. Hay lecciones en ellas y esas historias son un atajo fácil para aprender dichas lecciones. Un orador que crea buenas historias creará imágenes mentales para el público, que pueden ser muy poderosas.
¿Cómo debe un orador elegir qué historias contar?
La historia tiene que ser apropiada para el grupo. Necesitas conocer a tu público. Durante la fase de preparación, recomiendo al menos un mes para dicha fase, considera el envío de una encuesta a tu público para medir su nivel de interés y habilidad en ciertas áreas. No queras contar una historia que sea ofensivo, que el público no entienda o que no sea relevante para ellos, por lo que vale la pena hacer la tarea de la que hablamos. (Aquí está una lista de preguntas para hacer a tu público antes de tu presentación).
¿Cómo debe ser la longitud de la historia?
Tu audiencia tiene una capacidad de atención mucho más pequeña de lo que podrías pensar. Si quieres mantenerlos enganchados, es necesario cambiar constantemente las cosas, así que no hagas que tu historia dure demasiado tiempo. Yo diría que cinco minutos es el máximo que una historia debería tener y necesitas que sea una realmente muy buena para mantener la atención de todos.
¿Qué pasa con las historias personales apropiadas o no?
Sí, creo que contar una historia personal humaniza a la audiencia. Al mismo tiempo, no quieres hacer una presentación sobre ti mismo. Mantén la mente en que se trata de la audiencia, lo que ellos necesitan y lo que a ellos les importa.
Las mejores historias evocan una respuesta emocional. Esa respuesta puede ser el humor, la ira, la curiosidad o la intriga. Tal vez estés presentando frente a una organización sin ánimo de lucro y necesites de recurrir a sus frustraciones para que tomen medidas. Puedes contar una historia personal, pero asegúrate de que la respuesta o conclusión de la historia enlaza con el mensaje que quieres que tu público se lleve a casa.
¿Qué pasa si la respuesta emocional son las lágrimas?
Bueno, eso no sería nada bueno, ni óptimo. Quieres que tu historia enseñe a tu audiencia. Si es tan emocional que la gente empieza a llorar o tu empiezas a llorar, necesitas andar con cuidado al respecto. No quieres perder tu poder sobre el público de tal manera que comienzan a sentir lástima por ti.
¿Qué elementos debe tener cada historia para que tenga éxito?
Sugiero pintar cuadros con palabras. Se descriptivo. Cuando estés hablando de lugares, personas y cosas, habla de olores, tamaños, colores, texturas y sensaciones. Represéntalo, usa gestos para demostrar cómo de grande era algo o la forma que tenía.
Por último, tus historias deben ser originales. Hay un montón de historias usadas en presentaciones que son auténticos clichés. Esas son las historias de otra persona. Una historia original puede ser mucho más impactante. Extrae y dibuja de tus experiencias reales y tus historias serán más brillantes e interesantes para el público.