Artículo original publicado en la web Bussines Insider por Áine Caine
Dar un discurso o una presentación puede llegar a poner de los nervios. Por lo que tendemos a caer en el aburrimiento y en presentaciones con muchas diapositivas y mucho texto que hagan el trabajo por nosotros.
Pero si tienes alguna intención de mantener a tu audiencia interesada y comprometida, dar una «presentación excesivamente textual» es un gran error, dice Peter Arvai, el co-fundador y CEO de Prezi, una compañía de software basada en la nube que permite a sus 75 millones de usuarios crear presentaciones visuales en línea.
Peter dice, que los presentadores inexpertos y nerviosos tienden a utilizar demasiado texto y demasiadas diapositivas y viñetas.
«En realidad, nosotros sabemos muy bien hoy en día que nuestros cerebros no están particularmente capacitados para la tarea de escuchar a un presentador y de leer el texto al mismo tiempo», dice a Business Insider. Es por eso, por lo que colocarle demasiado texto a una audiencia puede llegar a dejarles confundidos y distraídos.
«Lo que ocurre cuando se presenta a la gente una gran cantidad de texto, mientras se intenta presentar, todo al mismo tiempo, es que tu mensaje queda amortiguado», explica.
Es una gran idea tener un extenso y dilatado trabajo, con notas exhaustivas y demás repertorio, pero no cometas el error de dar la función de tu presentación como si fueran tus notas. En su lugar, elimina esos gigantescos bloques de texto y céntrate en ofrecer una experiencia visual interesante para tu público.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo evitar el peligro de abarrotar con demasiado texto tu próxima presentación.
Redactar los puntos de texto y conversación y luego hacer los componentes visuales que se adapten a tu presentación, no al revés.
Si creas tus elementos visuales en primer lugar, corres el riesgo de hacer saltar por los aires, la versión literal de lo que estás planeando decir.
Practicar, practicar, practicar.
Los oradores nerviosos podrían sentirse inclinados a rellenar su presentación con texto, de esa manera, podrían sentirse tentados a leer de ella si pierden su lugar o su sitio en el escenario. Sin embargo, usar los elementos visuales de tu presentación como un parapeto puede seriamente ralentizar y ponerte obstáculos durante todo el transcurso de la misma. Arvai recomienda a los oradores que se hagan un favor a sí mismos -y a su público- y realmente se dediquen a preparar un gran discurso, en lugar de confiar en su presentación para conseguir mediante ella una gran ponencia.
Incluir un elemento interactivo.
Una gran presentación no depende únicamente de un gran guión, así que olvídate de eso por un momento. Hay que conseguir obtener del público lo que has invertido, lo que significa que ellos participen más directamente. En lugar de simplemente bombardear a las personas con palabras. Peter Arvai recomienda, que los presentadores incorporen y entrelacen componentes interactivos y elementos visuales en su discurso, con el fin de captar realmente la atención de todos.
Ponerse en los zapatos de la audiencia, en el lugar del público.
¿Te gusta mirar a la pared, a una pantalla con texto difícil de leer? No. Entonces, no obligues a otros a hacer lo mismo. Recorta cualquiera de las palabras que resulten adicionales. Intenta mirar realmente a tu presentación desde la perspectiva de un miembro de la audiencia.