Artículo original publicado en la web Inc. por AJ Agrawall, CEO de Alumnify
Según Cisco, el lenguaje corporal y el tono de voz representan el 63% de la comunicación. Lo que es sorprendente es que pocos de nosotros ensayamos la forma en la que vamos a movernos en el escenario durante las presentaciones. Y tanto tiempo en el desarrollo de nuestra historia y en memorizar nuestras líneas. Muchas veces, esto nos permite ofrecer una buena presentación, pero no una excepcional. A continuación, vamos a ver a alguien en el escenario que absolutamente nos deslumbre, cuya increíble presencia cautive a la audiencia y venda su visión. Aunque creemos que muchas personas nacen con este talento, en verdad, una gran parte de todo esto, se reduce al lenguaje corporal.
Para aumentar tu carisma frente a la multitud e ir de bueno a excelente en tu próxima presentación, trata de recordar estas cuatro reglas.
Cuenta tu historia con los ojos
Cuando la gente habla de grandes oradores, muchas veces dicen que sentían como el presentador estaba mirando directamente hacia ellos. La mayoría de las veces, a menos que algo extraño esté pasando, este no será el caso. Lo más probable es que el hablante esté haciendo un trabajo excepcional con su mirada. Esto se puede lograr fácilmente siguiendo algunas reglas simples. En primer lugar, deshazte de las fichas o papeles que llevan muchos oradores. Esto te obligará a enfocar la atención lejos de la audiencia y a parecer un tanto aburrido y sin preparación. En su lugar, mira hacia el fondo de la sala.
Una táctica que he aprendido que funciona bien es cambiar los ojos de izquierda, al centro y posteriormente a la derecha. Al hacer esto, haz un punto, una pausa, y luego cambia tu mirada. La pausa añade efecto, y anima a tu audiencia a volver al punto inicial en el próximo gran momento que tú vayas a hacer. Una buena regla general es que tus ojos nunca deben abandonar a la multitud. Esto es especialmente cierto cuando se está utilizando un conjunto de diapositivas. Puedes echar un vistazo de vez en cuando, pero nunca mires las diapositivas durante más de un segundo o dos. Capta la atención de los miembros del público haciéndoles creer que son los únicos en la habitación.
Implica tus manos
Cuando escuchas a alguien explicando algo emocionante, ¿alguna vez has notado cómo el uso de sus manos está implicado en la narración? Los gestos de las manos ayudan a dar emoción y ayudan al orador a contar la historia. Cuando estés presentando, asegúrate de que tus manos no están torpemente colocadas en un lado o dobladas detrás de la espalda. No hay recompensa por mostrar un aspecto de robot o estatua. Mueve las manos alrededor para ayudar a orquestar tu mensaje. Usando tu cuerpo de esta manera también te hará parecer mucho más natural, algo que ayuda al público a creer que eres de confianza.
Ábrete
Puedes utilizar el lenguaje corporal para abrirte al público. Una forma de hacer esto es permanecer cerca del borde del escenario. Cuanto menos espacio haya entre tú y tus oyentes, hará que estos sientan que son parte de la acción.
Otra táctica es asegurarte de que nunca doblas las manos o las piernas en frente de ellos. Mantén una postura abierta. ¿Alguna vez has oído que no se deben cruzar los brazos cuando estás tratando de establecer contactos? La misma regla se aplica a hablar en público. Toma tus brazos y mantén las manos fuera, al aire, gesticulando, organizando, siempre fuera, nunca en reposo o dentro de los bolsillos. Así, parecerás mucho más abierto y carismático para tus espectadores.
Sonríe tanto como te sea posible
Hay muchas ventajas psicológicas en sonreír que deberías probar tan a menudo como sea posible. En primer lugar, tu confianza va a subir. Esto será especialmente útil cuando te estés volviendo loco antes de salir al escenario. ¿Sabes esos momentos en los que sientes que tu corazón está a punto de estallar y estás sudando como si encima te estuviera cayendo una tormenta? La próxima vez que te encuentres en esa situación, pon la sonrisa más grande que tengas. Tu cuerpo comenzará a relajarse y serás capaz de concentrarte más en tu presentación.
Tu público también te verá mucho más relajado. Las personas que son más felices y están más seguras sonríen más. Busca y mira como da sus charlas Grant Cardone, uno de los mejores vendedores de todos los tiempos. No creo que él haya estado alterado ni una sola una vez en su vida. Es eso, en parte, lo que le ha convertido en un vendedor increíble y un presentador impresionante.