Kat Koppett ha entrenado a numerosos ponentes y empresas en el arte de dar una gran presentación. Todos, desde la Fundación Clinton a Apple se han beneficiado de sus palabras cargadas de inteligencia y conocimento. Echa un vistazo al prezi de Kat para su ver su sistema completo o continúa leyendo para aprender más acerca de los elementos cruciales.
Los mejores discursos están bien ensayados. Es posible que te sorprenda oírme decir esto a mí, alguien que se especializa en aplicar los principios y las técnicas de improvisación en el trabajo, pero es algo en lo que verdaderamente creo. Improvisar es ideal para hacer frente a los imprevistos, estar presente en el momento y ser flexible. Es igualmente cierto que ser consciente de la estrategia de presentación y la práctica, pueden ayudar a evitar errores y realzar tu capacidad al máximo. Ni Shakespeare, ni Laurence Olivier improvisaron «Hamlet».
Por lo tanto, cuando te preparas para una presentación de alto nivel, una reunión de ventas importante, una actualización de equipo para tus ejecutivos o un acto en un gran escenario, ensayar es clave para sentirse confiado y ser efectivo.
Un sorprendente número de personas con las que hablo no practican. ¿Por qué? Una de las razones es que no saben realmente cómo practicar bien. Por lo tanto, cuando han intentado practicar, solo han conseguido confundirse, no han visto resultados o incluso sintieron que lo habían hecho peor. Así que, ¿qué es lo que constituye la forma «correcta» de practicar? Estos son algunos consejos para probar:
1. Sé claro en tu mensaje
Antes incluso de trabajar en la composición de tu charla, asegúrate de que sabes lo que quieres comunicar. Pregúntate a ti mismo:
– ¿Qué es lo que quiero conseguir que haga mi audiencia? (Por ejemplo, que me contraten, que se pongan detrás de mi idea, que inviertan en mi empresa…)
– ¿A quién estoy hablando?
– ¿Qué es lo que les importa?
– ¿Qué hay en mi presentación para que ellos hagan lo que yo quiero que hagan?
– ¿Cómo puedo hacer mi presentación convincente y memorable? (Historias, imágenes, metáforas…)
Una vez que tengas claro el mensaje y la estructura de tu presentación, puedes empezar a ensayar el discurso.
2. Empieza solo
Has escrito los puntos de tu presentación, ahora es el momento de decirlos en voz alta. A veces, exponer demasiada información demasiado pronto puede ser motivo de distracción y confusión, así que la primera vez que ensayes en voz alta, hazlo para ti mismo.
Las palabras en el folio son muy diferentes a las palabras en tu boca. Observa dónde estás tropezando o perdiendo el hilo y cambia el estilo para que te sientas más natural.
Cuando te sientas cómodo con el lenguaje y claro con la voz al exponer tu presentación a solas, espera al menos cinco veces antes de invitar a tus amigos a escucharla. Te sorprenderás de lo buen auto-entrenador que puedes ser.
3. Elige a tus amigos con inteligencia
Realizar una presentación es un asunto serio, y deseas que la crítica se lo más honesta posible. Cuando eliges amigos o compañeros de trabajo que vayan a escuchar tu presentación mientras practicas, asegúrate de seleccionar las personas que te darán críticas útiles y constructivas. Puedes preguntar a diferentes personas para tener diferentes tipos de reacciones o respuestas. Por ejemplo, pedir a un amigo que no esté familiarizado con tu negocio para que te dé ideas sobre lo que está claro y lo que es jerga técnica. Pide a un colega que conoce al cliente que responda con sus actitudes en mente.
Puedes no estar de acuerdo con las opiniones y los comentarios que obtienes, pero cada comentario es una oportunidad para pulir tu charla. Antes de rechazar un comentario, examínalo, juega con él. Prueba las sugerencias, incluso aunque seas escéptico. Siempre se pueden rechazar más tarde. Si más de una persona dice lo mismo, presta una atención especial. Recuerda que la respuesta positiva puede ser tan valiosa como una crítica constructiva. Si estás haciendo algo bien, asegúrate de que no se pierda. Algunas buenas preguntas de forma general para hacer son:
¿Qué sobresalió? ¿Qué recuerdas?
¿Qué te parece el punto anterior?
¿Estás convencido?
¿Qué te confundió?
¿Qué te distrajo?
¿Qué quieres de más? ¿De menos?
4. Vístete para la ocasión
¿Tienes la intención de presentar en pijama? Probablemente no. Un buen ensayo significa replicar lo más que puedas del gran momento, así que cuando de eso se trata, tú sabes exactamente cómo te gusta sentirte. Te sorprenderás de lo distraído que puedes estar, el día en que tu pelo no esté del todo bien o tu camisa tenga rozaduras. Si practicas bien, estas cosas no serán una sorpresa y el día D no ocurrirán.
5. Saca la cámara de vídeo
Coloca a tu «audiencia simulada» y configura tu teléfono como una cámara en una esquina. Ejecutar toda la presentación, y luego mira las imágenes para criticarte a ti mismo. Presta atención a tus movimientos y gestos, expresiones faciales y modulaciones de voz. ¿Pareces confiado y relajado? ¿Eres tan expresivo y atractivo como quieres ser? ¿Conectas con tu público?
Puedes aprender a verte a ti mismo desde el punto de vista del público, y eso significa que te estás dando a ti mismo una gran ventaja en el aprendizaje. Re-grábate a ti mismo un par de veces más antes del gran día.
6. La práctica es la memoria muscular
Cuanto más practiques, más natural te sentirá tu presentación: trata de llegar al punto en el que seas capaz de recorrer los principales puntos de tu charla casi sin pensar. Para ello, recuerda que Prezi es tu amigo, te guiará a lo largo de un camino que debes de comenzar a sentir tan familiar como el barrio de tu niñez.
Si descargas tu prezi en el teléfono, podrás practicar en cualquier lugar, ya sea que estés en el autobús o en la cola del supermercado. Utiliza las aplicaciones móviles de Prezi, para Android y iOS, para ensayar tus presentaciones en cualquier lugar donde estés. Cuando puedas dar tu presentación y transmitir tu mensaje con confianza, ya sea que estés en mitad del trayecto de camino al trabajo, estarás listo para subir a cualquier escenario, ya sea grande o pequeño.